|
+
A Jesús por María
¿A dónde se dirige la FSSPX? |
Documentos y sitios relacionados a la crisis de la Iglesia:
|
Es importante notar que cuando los padres de Campos (Brasil) llegaron a un acuerdo con el Vaticano, pocos, muy pocos fieles, pudieron notar los cambios.
Mons. Fellay lo cuenta de esta manera:
«Poco a poco y de esta forma no se sigue luchando y se acaba por aceptar la situación. De hecho en Campos se conserva todo lo que es realmente tradicional, es cierto, y por lo tanto los fieles no ven cambio alguno, excepto los más avispados que observan una tendencia a hablar más frecuente y respetuosamente de las declaraciones y acontecimientos actuales que se dan en Roma, omitiendo las advertencias de tiempos pasados y sin comentar las desviaciones de hoy en día; el peligro mayor está en habituarse a esta situación y no intentar ya poner remedio.» [Carta a los amigos y bienhechores # 63, primavera de 2003]
¿Le recuerda esto las palabras del mismo Mons. Fellay cuando dice que Benedicto XVI es “una persona íntegra que tiene una gran preocupación por la Iglesia”? ¿Viene acaso a su memoria cómo se deshizo Mons. Fellay en agradecimientos y elogios hacia Benedicto XVI por el levantamiento de las excomuniones? ¿Y qué decir de la carta de los cuatro obispos agradeciendo el perdón de la excomunión al tiempo que la aceptaban?
Mons. Fellay, en vez de rechazar y criticar el motu proprio Summorum pontificum, lo recibió como una gracia obtenida por la Sma. Virgen; intentó disimular la humillación que tal documento inflige a la Misa de siempre diciendo que “la sutil y torpe distinción entre forma ordinaria y extraordinaria de un mismo rito para hablar de la nueva misa y de la antigua no engañará a nadie”. ¡Pero si no se trataba de engañar a nadie! Es un decreto formal y oficial y con esa “sutil y torpe distinción” descalifica al rito Tridentino.
¿Cuál fue el pronunciamiento oficial de la FSSPX acerca de la última encíclica de Benito XVI? ¿Qué se dijo de todos los actos “interreligiosos” (apostasías manifiestas) en que participó Benito XVI el año anterior? No solamente no se criticaron, sino que se sancionó a quien sí lo hizo.
La actitud de las autoridades de la Fraternidad ciertamente ayudan a habituarse a la situación…
Así pues, esas palabras que escribiera Mons. Fellay en 2003 para referirse a Campos, hoy parecen poderse aplicar a la Fraternidad sin mayor dificultad.
Y esto sin que aun se llegue a un acuerdo. Por lo menos públicamente…
Por otra parte, está la agenda “ecuménica” Benedicto XVI 2010 en la que colabora la FSSPX. El padre Gregorio Celier, en representación de la Fraternidad, escribe en la agenda un comentario en que elogia a Benito XVI y, después de calificar de inaceptable la liturgia moderna, sostiene que “la plena libertad de la liturgia tradicional, por fin reconocida en 2007, constituye un paso capital hacia ritos plenamente satisfactorios y un verdadero ars celebrandi.”
Y es que el P. Celier, en su libro “Benedicto XVI y los tradicionalistas” (publicado en febrero de 2007), propone a Benito XVI:
«Que Roma se limite a abrir cada vez más las puertas a lo que es tradicional y a velar por frenar a los obispos que querrían abiertamente perseguir este regreso a la tradición. A lo largo de los años, con la llegada progresiva de sacerdotes más vinculados a la tradición litúrgica y formados en su juventud con ritos más tradicionales, la nueva liturgia se irrigaría aún más de fórmulas tradicionales y de espíritu tradicional. Por ello se vería quizá nacer e imponerse a lo largo de los años este rito híbrido que llamé de manera un poco humorística la misa piopaulina.»
¿Qué clase de recomendaciones son esas que el P. Celier hace a Benedicto XVI? ¿Que Roma abra las puertas a lo tradicional para que, con el tiempo, se incorpore en la liturgia postconciliar (modernista) y así surja un rito híbrido? ¿Una “misa” piepaule o piopaulina?
Con toda seguridad es a este nuevo rito que se refiere el P. Celier cuando dice que el motu proprio Summorum pontificum “constituye un paso capital hacia ritos plenamente satisfactorios y un verdadero ars celebrandi”.
¿Desde cuándo la FSSPX dejó de considerar como un rito plenamente satisfactorio la Misa de siempre?
¿Qué hace un padre con estas ideas en la FSSPX? ¿Cómo es posible que Mons. Fellay no lo haya expulsado? ¿Será porque él mismo está de acuerdo con el P. Celier?
Y es que después de tres años de haber publicado su libro y promoverlo en los centro de Misa de Francia, no se le ha exigido una retractación, ni se le ha sancionado. No sólo eso, ¡sino que aun se aprueba su participación en esa agenda en representación de la Fraternidad!. |